Hablar en público no es difícil pero conquistar, saber llegar y conectar con la audiencia es todo un desafío.
A lo largo de mi trayectoria como conferencista y capacitadora he notado que hay muchos factores que influyen en tu audiencia al momento de querer o no querer seguir escuchándote.
En este artículo te comparto 8 recomendaciones de cómo no iniciar un discurso, para que logres conquistar a tu audiencia desde el principio.
- Empezar sin energía. ¡No mates el discurso sin haber iniciado!
Recuerda que la energía y seguridad venden. Si iniciamos sin energía daremos la impresión de que estamos ahí por obligación y no porque nos guste.
- Demostrar que estás nervioso. Aunque es normal que sintamos cierto temor o nervios antes de empezar a hablar, recuerda que la otra persona no lo sabe. La idea es ganarse el respeto y admiración del público y no la compasión o pena de quien nos escucha.
- Cuando vas a hablar con micrófono, evita decir “alo alo”. Estas pruebas técnicas deben hacerse con anticipación.
- No decir que no estabas preparado para ese momento. Podrías dar a entender que no te importa tu audiencia y por eso no te tomaste el tiempo de preparar tu presentación.
- No demostrar que algo está pasando, que no tienes el control, esto genera ansiedad tanto para ti como para quien te escucha.
- No hablar rápido, sin respirar. Haz las pausas necesarias y respira.
- No minimizar la propuesta, evita utilizar frases como “he preparado algo sencillo que espero les sirva”.
- No pedir disculpas por “quitarles un poco de su tiempo”. Si estás ahí para exponer un tema es porque seguramente los más beneficiados serán tu público.
El inicio de tu discurso es clave para que retengas la atención de los asistentes.
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