Discursos Improvisados: 6 Recomendaciones para lucirte.

Si hablar en público ya es un reto, imagínate si tienes que improvisar.

Lo digo a menudo, a todos en algún momento nos tocará dar un discurso improvisado. Puede ser porque eres mejor alumno, porque cumple 15 años tu hija, porque se casa, porque es el cumpleaños del jefe, por el brindis de fin de año; en fin, oportunidades nunca van a faltar para que puedas dar un discurso y conectar con tu audiencia.

Lo que te recomiendo para que no te “agarre” tan desprevenido el día que te toque improvisar:

• Si vas a un evento donde sabes que le pueden pedir a alguien unas palabras, mejor prepárate por si te lo piden a ti.
• Haz ejercicios de agilidad mental, ayudan muchísimo con la fluidez de ideas y para evitar las muletillas.
• Ten una frase o idea general de los temas más comunes donde se dan discursos, así no será del todo improvisado. Yo tengo en mi portafolio frases sobre la vida, el tiempo, la familia, el servicio… y así arranco con esa frase de impacto. Por ejemplo, cuando hablo del servicio, inicio con la frase de Ma. Teresa de Calcutta: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir» y sigo con mis ideas.
• No menos importante, haz un esquema mental y procura que sea breve. Aquí aplica el menos es más. Recuerda que mientras más hablas, más puedes enredarte, redundar o decir muletillas.
• Habla con emoción y energía.
• Y para conectar, utiliza PATHOS (parte de los discursos persuasivos) que significa conectar con las emociones.

Lo principal es que converses y que no suene robotizado. Fluye y disfruta.

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Y recuerda, Preparar una presentación sin el público en mente es como escribir un discurso de amor empezando con: “A quién le pueda interesar”. –Ken Haemer-