Se dice del roble que es un árbol noble y robusto, de magnífica madera dura y pesada, que puede llegar a medir de cinco a quince metros.
Cientos de veces he escuchado en el diario vivir la frase “mi palabra es más dura que un roble”, pero cuantas veces nos hemos detenido a reflexionar sobre el contenido de la misma. Hoy quiero citar dos aspectos fundamentales sobre el poder de nuestra palabra.
- En muchas ocasiones no pensamos antes de hablar, sea por momentos de estrés o simplemente por dejarnos llevar por nuestros impulsos, y no medimos la forma en que nuestras palabras pueden afectar a los demás. Y es que las palabras tienen ese poder único de crear y destruir en cuestión de segundos, por eso la famosa cita “somos esclavos de lo que decimos y dueños de lo que callamos”. Así que procuremos reconocer y observar las situaciones antes de pronunciar algo que nos genere arrepentimiento.
- Hoy en día es tan común quedar en planes con amigos y/o familiares con el “hagamos algo”, “mañana te llamo”, “el sábado estoy por tu casa”, sin darnos cuenta que estamos dando nuestra palabra a esa persona, nuestro “roble” se manifiesta de tal manera que nos creamos la “obligación moral” de cumplir con lo que decimos, sin embargo lo tomamos con ligereza, como si fuesen unas palabras más que se lleva el viento, o porque no nos organizamos o no sabemos decir que no, si nos encontramos con falta de tiempo o medios. (Solución: Llevemos agenda =))
A menudo también escuchamos a los padres decirles a los hijos “si no te tomas la sopa, no vas el sábado al cine” o “si sacas mala nota, te castigo” y resulta que el hijo ni se tomó la sopa ni sacó buena nota, pero los padres no cumplieron con su palabra. Lo que puede parecer normal y cotidiano, genera expectativas, que al no cumplirlas, perdemos credibilidad y confianza, y no podemos esperar después, que los demás cumplan lo que nos dicen. Predicamos con el ejemplo.
Estoy segurísima que nadie lo hace con maldad, me ha pasado también que digo algo que luego no puedo cumplir, pero justamente por eso es que tenemos que darle peso a nuestras palabras. Si nos comprometemos con alguien en hacer algo y a último momento cancelamos o simplemente no vamos, no sabemos que hay detrás de la otra persona, el esfuerzo que pudo haber hecho para cumplir con lo acordado.
Nuestra palabra nos define, es parte de nuestra tarjeta de presentación, el valor que le doy a mi palabra muestra quién soy y como me relaciono con los demás. Define mi credibilidad y si soy digno de confianza o no.
¿Es justo que hagamos valer nada una de las cosas más preciadas que tiene el hombre, como lo es su palabra?
No lo considero justo. Debemos tomar conciencia de que el poder de nuestra palabra va más allá que una “promesa” no cumplida, el poder de la palabra materializa aquellas cosas que decretamos, deseamos, soñamos, sean buenas o malas, de ahí el cuidado que debemos tener con ella, con lo que prometemos y con lo que nos comprometemos.
14 Comentarios
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Una vez más concuerdo con lo dicho; sinceramente a mi también me ha pasado, incluso el día sábado no logré cumplir con mi palabra, en parte fue cumpla mía, y lo asumo, pero, por otra parte se me presentó algo con lo cual yo no contaba. De ahora en adelante debo aprender a organizarme de la manera correcta, debo darle valor a mi palabra, es verdad que el cumplir con lo decimos, dice mucho de nosotros.
Saludos.
🙂
La palabra de un hombre o una mujer es algo tan poderoso cuando lo hacemos valer como tal, desde hace un tiempo para acá estoy tratando de que mi palabra sea algo importante para mí y que también lo sea para los demás.
Momentos de estres, de coraje no medimos las palabras, muchas veces herimos sin saberlo, ya que no nos controlamos, y muchas personas ni les importa los sentimientos de los demas, no tenemos que cerrarnos ni ser orgullosos ni mucho menos resentidos!
Ser honestos y responsables son valores que tenemos que practicar más ya que al no cumplir con nuestra palabra los estamos incumpliendo. El decir NO en ciertas ocasiones es mejor que decir siempre SI y no cumplir nada.
Si en realidad deberíamos ser mas responsables con nuestras palabras y tratar de organizar nuestro tiempo para así quedar bien .
La palabra es nuestra carta de presentación dice lo que somos si la cumplimos o no. Ella define mi credibilidad, y si soy digno de confianza. La palabra tiene poder al decretarla, depende de nosotros el tener fe que se cumplirá o no.
Hay que cumplir con lo que prometemos hacia las personas ya que no al cumplirlas perderemos nuestra credibilidad y confianza, así se dará el caso de que la otra gente no cumpla con sus promesas y así el valor de nuestra palabra la vamos perdiendo diariamente.
Hay que tener en claro que, lo que nosotros prometemos a alguien debemos de hacer lo posible por cumplirlo, porque eso es nuestra imagen, nuestra personalidad y nuestra credibilidad.
El valor de nuestra palabra algo que a diario lo perdemos por la falta de compromiso y que mejor que se genere un cambio porque no hay nada mejor que la responsabilidad, el respeto hacia los demás y el compromiso.
Otro muy buen articulo ingeniera Viviana la palabra es la seriedad que ofreces que representan la palabra de un HOMBRE es sagrada hay q cumplirla por respeto y pun donor
Me gusto mucho tu artículo Vivi. Mantenerse fiel a la palabra es una manera de madurar y ser responsable.
Excelente artículo Vivi a trabajar en la virtud de la prudencia
Ser reconocido como una persona de palabra es un elogio para cualquiera, te otorga un alto nivel de credibilidad.
Tan sencillo como resumirlo en «lo que dices, recibes». El poder de la palabra es más fuerte que el mismo roble.